jueves, 5 de abril de 2012

El Sodoma y Eduardo Rosales: Santa Catalina de Siena recibiendo los estigmas

Il Sodoma, Éxtasis de santa Catalina de Siena, Iglesia de san Domenico, Siena, 1525 (fechado en el pilar)

Eduardo Rosales, Santa Catalina recibiendo los estigmas, copia del Sodoma, 1862. Sala 60

"El domingo celebré allí la misa y le dí la sagrada comunión. Inmediatamente quedó extasiada según costumbre, y su alma que suspiraba por su Criador parecía haber abandonado el cuerpo. Nosotros esperábamos que volviera en sí para recibir de ella consuelos espirituales, cuando de repente vimos que su cuerpo postrado en tierra se levantó un poco, se arrodilló y extendió brazos y manos. Su cara estaba toda inflamada, y así estuvo largo tiempo inmoble y con los ojos cerrados. Después, como si hubiese recibido herida de muerte la vimos caer de golpe y recobrar por instantes el uso de los sentidos: Padre mío: le anuncio que por la misericordia de Nuestro Señor Jesucristo tengo sus llagas en mi cuerpo. Siento en estos cinco sitios y sobre todo en el corazón un dolor tan penetrante que sin un nuevo milagro no podría vivir" [Raimundo de Capua, Vida de Santa Catalina de Siena. Parte II. cap. VI]

1 comentario:

Martín Lexequías dijo...

"Inmediatamente quedó extasiada según costumbre..." Me hubiera gustado apreciar ese efecto de la comunión en la santa. Imagino que todo su cuerpo se estremecía al tener noción de que estaba "recibiendo a Cristo". Tal vez dicho éxtasis, dicho gozo tenía que pagarse de alguna manera y por ello se le enviaba los estigmas. El dolor era el precio por el privilegio alcanzado. :s